viernes, 26 de septiembre de 2008

Salió a empatar y terminó perdiendo.


El Valladolid se llevó el triunfo merecidamente ante el Almería merced a los goles de Álvaro Rubio y de Medunjanin, ambos en la segunda parte. Sin embargo, el gran protagonista del partido fue el linier, que con 1-0 en el marcador y cuando rondaba el minuto 72, se inventó un fuera de juego de Natalio para anularle el empate. El error fue grave porque el delantero del Almería estaba clarísimamente en posición correcta. No sabemos si esa jugada cambiaría el curso del partido porque el Valladolid lo tenía bien encarrilado, pero lo que si es cierto es que habría cambiado la actitud del Almería. Se puede errar por un fuera de juego ajustado, pero nunca cuando el último defensor está casi dos metros por detrás del atacante. De todas formas, el conjunto pucelano ganó porque fue mejor. Buscó mucho más la portería contraria y defendió con aplomo y consistencia las escasas llegadas del Almería, que desaprovechó una buena ocasión para ser colíder de la Liga BBVA. Se echó en falta a Negredo, desparecido casi todo el encuentro. Tanto fue así, que al final dejó paso a Natalio, quien fue el mejor de su equipo pese a los pocos minutos de los que disfrutó. Desde el principio mandó el Valladolid. Jonathan Sesma fue el más incisivo. Desde la izquierda puso en jaque a la zaga visitante, pero unas veces no encontró el premio del gol y otras no encontró compañero que le rematara los centros. Crusat le intentó emular desde el mismo carril en beneficio del Almería, pero nadie arriba tenía su noche.
Pese a todo, el partido llegó al descanso en tablas. Los locales no consiguieron abrir la lata a pesar de sus numerosos intentos. Sin embargo, el premio llegó de la forma más inesperada para todos. Fue a los 66 minutos en un saque de falta de Álvaro Rubio. El centro al corazón del área se envenenó, nadie llegó al remate y cuando Diego Alves quiso darse cuenta, el esférico ya había tocado la red. Se hacía justicia en el marcador. Todo pintaba de cara para los de Mendilibar. Encima ya no estaba Negredo. Pero sí Natalio, que marcó cuando rondaban las 21.30 horas en Valladolid. Ahí fue cuando llegó el 'regalito' innecesario del juez de línea. El Almería se rindió. Dio sus últimos coletazos en el descuento, pero Asenjo frenó a Natalio. No pudo hacer lo mismo Diego Alves con Medunjanin, que batió al brasileño con una preciosa vaselina para cerrar el partido.
Espero y deseo que Gonzalo Arconada haya aprendido la lección,una que no se puede salir a empatar un partido porque lo acabas perdiendo y otra que antes de una falta en contra o de un corner en contra no se realizan cambios por si pasa lo de ayer que quitas el delantero y en la siguiente acción encajas un gol en contra, aún así lo del linier de ayer manda huevos quel fuera de juego que pita con el defensa más de dos metros por detrás del último jugador del Almeria.


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