
El día había amanecido soleado, todo hacía indicar que sería una gran tarde, a las cinco de la tarde todos estabamos citados en el local de los pasos en la calle la almedina, para hacernos la ropa, y recoger las tarjetas de trabajo.
El ambiente se iba caldeando por momentos, cada vez faltaba menos tiempo para encaminarnos hacia la catedral. Despues de terminar todos y de revisar Luis Pardo los costales de los más nuevos, dió la orden de que nos fueramos para el templo.
Nada más entrar por la puerta de Los Perdones, a nuestra izquierda inmensa nuestra madre bendita de La Merced, allí estaba esperando a sus hijos Mercedarios, para que un año más hacer juntos estación de penitencia por las calles de Almeria.
Todos nos queriamos hacer fotos delante de ella, cuando en esos momentos el increible paso del Prendimiento se disponía a hacer su salida por la puerta de la Catedral.
Seguidamente el Cautivo se marchaba también por delante, quedando preparado el paso de Palio de la Merced para realizar esa salida tan complicada.
Tras posar el paso justo en el dintel de la puerta y recogerle las patas unos diez centimetros, la cuadrilla al toque del llamadro de nuestro capataz, levantaba un centímetro el paso del suelo y poco a poco hasta la calle, Almeria rompía en aplausos y gritos de guapa al ver un año más a la Reina de Almeria en sus calles.
Después de escuchar el himno Nacional la banda de música Manuel Garín de Linares se dispuso a tocar los acordes de la primera marcha elegida por Luis Pardo este año ha sido Palomita de Triana, y la cuadrilla Mercedaria con un andar muy fino y siempre de frente, comenzaba así la que ha sido una de las mejores estaciones de penitencia de esta joven pero experta cuadrilla que lo dá todo debajo del paso.
Quiero destacar las calles Real, Gerona, General Tamayo, carrera oficial, Ricardos, Lope de vega y la Plaza de la catedral, donde pusimos todo nuestro corazón y máximo esfuerzo para que la Virgen más guapa de Almeria luciese como nunca ese altar que tiene por paso de palio.
Dar las gracias a Luis Pardo,(padre e Hijo) por ser nuestros ojos en la calle y llevarnos a las puertas de la Gloria con la santísima virgen de La Merced, somos una cuadrilla gracias a vosotros, como nos cuidais a todos y cada uno de nosotros os hace ejemplo de capataces para toda Almeria. Gracias.
Y a mi hermandad del Prendimiento, que deciros, que somos como una gran familia bien avenida, y que os llevo a todos en mi corazón.