jueves, 13 de noviembre de 2008

Al Almeria le va la Copa.


Ortiz, Ortiz". Así premió la afición del Almería el empuje y la raza de su capitán, José Ortiz. Bandera del equipo, su aparición anoche fue la mejor noticia de un Almería que se limitó a dejar pasar el partido y a asegurar su presencia en el bombo de octavos. El 10 no ha perdido el toque y su diestra sigue generando juego. Su equipo tuvo en el Rayo a un rival voluntarioso. Pero se habían dejado los vallecanos demasiado por hacer en la ida. Casi todo.
Como estaba previsto, Arconada y Mel reservaron a muchos de sus titulares. Esa es la primera premisa de la Copa, fortalecer la forma y la confianza de los suplentes. Otra es hacer pruebas y descubrir alternativas. Como la de Kalu Uche, que se ha descubierto como un aceptable mediocentro. Anoche se juntó bien con Soriano y ambos ahogaron cualquier esperanza de milagro rayista. Eso sí, con poco brillo. La espesura mandó hasta que Arconada tiró de Corona, otro que perdió su sitio en Villarreal y que ayer salió para cambiar el partido. Y así lo hizo. El Almería empezó a encontrar espacios y Juanma y José Ortiz a ver de cerca la línea de fondo. Mel respondió con Aganzo. Pero no le sirvió. Míchel reaparecía tras muchos partidos y exhibió talento mientras tuvo gasolina. Incluso pidió un penalti de Carlos García. Pero cuando el partido comenzaba a decidirse ya estaba muy tocado. Entonces, Corona ya gobernaba a su antojo el choque. Él inició una combinación en la frontal que acabó en José, el capitán. Y no falló. Un par de jugadas después, Corona volvió a sacar arte de sus botas, se coló por la zurda y se la dejó a Ortiz, el héroe de la noche. 2-0. El almeriense le debe un buen regalo al toledano. Éste, por si acaso, se llevó el último gol.
La Copa arranca cada año casi como un estorbo. Pero hecha la primera criba, la ilusión comienza a prender en los modestos. Y el Almería se cree con derecho a soñar.

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