El adios de un crack, Alvaro Negredo.

Teixeira Vitienes señaló el final del Almería-Espanyol en el minuto 93 del encuentro. Entonces, Negredo se dirigió al circulo central y fue despidiéndose uno por uno de sus compañeros, haciéndose el abrazo aún más sentido cuando, pasaron por su lado Bruno, Mané y el capitán, José Ortiz. El Animal fue el último jugador rojiblanco en entrar a la bocana de vestuarios. Allí, en la grada, le esperaba medio estadio para decirle adiós. Y él, entre sonrisas y lágrimas, levantó los brazos para despedirse.
Negredo se va de Almería entre lágrimas: "Cuando no sabes lo que te va a deparar el futuro y piensas que el partido que has jugado puede ser el último que vas a disputar aquí se mezclan las emociones. Yo he sido muy feliz deportiva y personalmente en Almería y la despedida es triste". El madrileño le agradece a la hinchada rojiblanca su apoyo durante estos dos años. "Se han portado bien conmigo de principio a fin. Yo he intentado corresponderle con mis goles. Espero que hayan servido para hacer feliz a una afición que se merece todo". El madrileño se fue sin marcar, algo que no entraba en sus planes. "Me hubiera gustado despedirme con un gol para dedicárselo a todos los que me han apoyado durante estos dos años".
El Animal sólo tiene palabras de agradecimiento: "Cuando vi que la gente se agolpó junto a la bocana de vestuarios para despedirnos a pesar de la derrota me di cuenta de la grandeza de esta afición, que en todo momento ha sabido valorar el esfuerzo que ha hecho este equipo para no entrar en descenso en ningún momento desde que ascendió a Primera. Lástima que no nos hayamos podido despedir de nuestro estadio con una victoria".
Negredo recibió ayer el premio que el Almería otorga cada año a su pichichi. En principio estaba planeado hacerle entrega del trofeo antes del inicio del encuentro, pero las normas dictadas por la RFEF para que en todos los partidos comenzaran a la misma hora hizo que se dejara para después.